Mantener los audífonos en óptimas condiciones es esencial para garantizar su rendimiento y durabilidad a largo plazo. A menudo se subestima el mantenimiento y, en ocasiones, se pueden cometer errores fatales para nuestros dispositivos. En los párrafos siguientes, encontrarás consejos sencillos que te ayudarán a disfrutar de una experiencia auditiva óptima y, también, a prolongar la vida útil de tus audífonos.
Los aparatos auditivos son uno de nuestros aliados día tras día. Pero ¿cuánto dura un aparato auditivo? Si son aparatos auditivos de calidad y se cuidan bien, estos pueden durar entre tres y siete años.
Por supuesto, se trata de una media y a menudo el modelo del dispositivo también influye en su vida útil. Limpiar los aparatos auditivos diariamente, sustituir los componentes dañados, gastados o simplemente descargados, realizar limpiezas profesionales periódicas y tener cuidado para protegerlos son acciones que ayudan a prolongar el ciclo vital de estos dispositivos.
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La suciedad, el calor, la humedad y el agua son todos elementos, de una u otra manera, enemigos de los aparatos auditivos. Por lo tanto, para mantenerlos en buen estado y aumentar su duración, se deben respetar diariamente algunas medidas.
Sobre todo en verano, los aparatos auditivos pueden dañarse con el agua y el calor. Si el producto es resistente al agua, siempre se debe secar con cuidado después del baño. En cambio, si el producto no es resistente al agua, es necesario alejarlo de cualquier gota. ¿Qué hacer si el aparato se moja en caso de lluvia imprevista, temporal veraniego o si lo tocamos con una mano mojada?
En cuanto al calor, no dejar nunca al sol el aparato, ya que las temperaturas elevadas y los rayos del sol podrían disolver la protección exterior del soporte. Debe evitarse también el contacto con cremas solares, cosméticos o productos en spray, ya que las sustancias contenidas podrían dañarlo.
Por su parte, la humedad es un enemigo invisible, ya que puede ser difícil de notar. Sobre todo en verano, cuando se pasa de ambientes cálidos a otros climatizados, se eleva el porcentaje de humedad en la atmósfera y, en consecuencia, también el sudor presente en nuestra piel, que puede aumentar la presencia de suciedad en nuestros soportes auditivos. La protección de los aparatos auditivos ante la humedad es bastante sencilla: cuando no se utilizan, es necesario mantenerlos en un ambiente fresco y seco (por ejemplo, no en el baño) y usar también productos específicos para la deshumidificación y el secado del aparato auditivo, como cápsulas deshidratantes, o las cajas de deshumidificación específicas.
Quitarse el aparato auditivo antes de ir a dormir es conveniente para el oído, pero también para el aparato. En primer lugar, porque cuando se apoya el oído en la almohada, podría pitar o se podría dañar; en segundo lugar, para evitar el consumo de la batería cuando se está usando el dispositivo (sobre este punto es necesario acordarse de apagar siempre el soporte cuando se extraiga).
¿Y dónde lo dejamos cuando nos lo quitamos? Obviamente, no en el primer lugar que encontremos, sino en la funda para aparatos auditivos específica. Puede ser de ayuda crear una pequeña rutina de unos pocos pasos que seguir cada noche para cuidar estos dispositivos. Por ejemplo:
Probablemente, durante los primeros meses de utilización de los aparatos auditivos, te preguntes cuándo es mejor cambiar las pilas para aparatos auditivos. En realidad, la respuesta es bastante sencilla: cuando se comienza a notar que el aparato auditivo es menos eficiente o el sonido tiene una calidad inferior, o cuando este se distorsiona. Por supuesto, las pilas permiten que el aparato funcione, pero no son los únicos componentes que controlar para alargar la duración de los aparatos auditivos. Los filtros y las cúpulas son otros de los elementos que hay que tener en cuenta y sustituirlos después de un período de utilización:
Las cúpulas para aparatos auditivos protegen el receptor y consiguen una mejor calidad del sonido, reduciendo la dispersión sonora. Así, garantizan la higiene del soporte auditivo, pero deben sustituirse de manera cíclica: no se pueden limpiar y, una vez dañadas o sucias, es mejor cambiarlas, para evitar que otros componentes se dañen de manera irreparable. La operación es bastante sencilla y rápida, y se puede hacer de forma autónoma.
En cambio, los filtros para aparatos auditivos sirven para protegerlos de la cera, la grasa de la piel, el polvo y la suciedad de diferentes tipos. Además, evitan que los residuos atasquen el interior del soporte auditivo, pero, cuando se utilizan, tienden a acumular restos que impiden un correcto funcionamiento y, por lo tanto, deben sustituirse. Para el mantenimiento ordinario, basta con limpiar los filtros: esto hará que duren más y con una mayor eficiencia. Sin embargo, después de un determinado período de tiempo, incluso con un mantenimiento rutinario adecuado, el filtro debe sustituirse: se puede cambiar de forma autónoma con el instrumento que se facilita en el momento de la compra, prestando atención a no dañar el aparato auditivo.
La limpieza de los aparatos auditivos es otro elemento fundamental para alargar su vida útil. Los instrumentos necesarios son pocos:
En muchos casos, el aparato no funciona justamente porque el filtro está atascado y, por lo tanto, es importante prestar atención a este aspecto.
La cera tiene una función de protección y antibacteriana del conducto auditivo exterior, por ello, es perfectamente normal que esté allí. Sin embargo, puede acumularse en la apertura del aparato provocando distorsiones sonoras o molestos silbidos. Si el aparato permanece en contacto durante mucho tiempo con la cera, también puede dañarse.
¿Cómo limpiar los aparatos auditivos? Una buena rutina para el mantenimiento ordinario consiste en limpiar los aparatos antes de ir a la cama, para que se aireen antes de ponértelos a la mañana siguiente; limpiarlos solo con los instrumentos y las sustancias específicas (en general, un paño suave y seco, además de los que se han indicado antes) y abrir la puerta de la batería para que también circule el aire en el interior.
GAES está contigo también después de la venta del aparato auditivo: nuestros expertos están a tu disposición para la revisión, reparación y limpieza gratuita del aparato auditivo. Ofrecerán asistencia también para el ajuste de tu aparato auditivo.
Aprender a utilizar correctamente los aparatos auditivos es crucial, no solo para su uso adecuado, sino también para su correcto mantenimiento.
Si los aparatos auditivos se utilizan de forma incorrecta, hay más posibilidades de que se rompan y, por lo tanto, haya que repararlos o, en el peor de los casos, sustituirlos por otros.
Con estas pequeñas precauciones es posible prolongar la vida útil de los aparatos auditivos y conseguir un rendimiento óptimo:
Si es la primera vez que utilizas aparatos auditivos, es más probable que tengas dudas sobre su cuidado, por lo que es una buena idea pedir consejos y acudir a una cita con tu audioprotesista. Encuentra tu centro GAES más cercano y pide información a nuestros expertos.