Audífonos para bebés y niños

Los audífonos pueden ser la mejor solución para la pérdida auditiva que sufren algunos niños. El constante avance de estos dispositivos ha mejorado sus prestaciones y adaptabilidad a las necesidades diarias de los más pequeños. En esta publicación, te explicamos en qué casos un audífono puede ser la mejor opción, así como los diferentes tipos existentes.

Siempre será el especialista quien determine si el audífono es la mejor solución para un niño afectado por una pérdida auditiva. También será el fonoaudiólogo quien asesore sobre el mejor modelo y se encargue de su ajuste. No obstante, GAES destaca una serie de aspectos generales que se deben tener en cuenta en el proceso de elección de los audífonos para pérdida auditiva:

• El tipo y el grado de pérdida auditiva del niño.
• El audífono debe ser resistente para soportar golpes al jugar y mantenerse intacto al polvo y la humedad.
• Los audífonos deben tener puertos de audio compatibles con los sistemas auditivos de las aulas y otros lugares.
• Los pequeños deben conocer las funciones del audífono que permiten desactivar el control manual del volumen, ya que los niños, por error, pueden ajustar el volumen a un nivel inapropiado.
• Aunque será, como señalábamos, el fonoaudiólogo quien determine el mejor audífono para cada niño, los más recomendados son los que se colocan detrás de la oreja, llamados retroauriculares. El motivo es que, debido al crecimiento continuo del oído del niño, este es el modelo que garantiza mejor sujeción.
• En el caso de niños de mayor edad, el componente estético es importante. Por este motivo, se suelen recomendar audífonos con auricular externo. El micrófono permanece en la carcasa, pero el receptor se coloca en el canal auditivo. De esta manera, se consigue que el auricular sea más pequeño y estético.

Hay muchos casos en los que los fonoaudiólogos recomiendan el uso de un audífono para pérdida auditiva en cada oreja. Así, se logra la denominada audición binaural. Gracias a ella podemos escuchar los sonidos con precisión en situaciones ruidosas y favorecer la comprensión de las palabras. En ocasiones, se prescribe también para niños que solo tienen pérdida auditiva en un oído. El motivo es que ampliar el sonido con un solo audífono puede poner en desventaja al pequeño al dificultar el entendimiento del habla o la detección de los ruidos debido al esfuerzo que tiene que hacer.

De hecho, diferentes estudios demuestran que, aunque la pérdida auditiva sea mayor en un oído que en otro, las personas que utilizan dos audífonos para pérdida auditiva obtienen mejores resultados.